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A partir del 1 de julio se corrige la fórmula para repercutir el gasto de carburante

La aplicación de la fórmula que traslada las variaciones del precio del gasoil a las facturas de los transportistas cambiará a partir del 1 de julio. Está claro que el desorbitado precio de los carburantes condiciona la continuidad de la actividad, y es inevitable actualizar los precios. Los porcentajes utilizados desde marzo se han quedado cortos y no han sido reales, ya que el precio del combustible en muchos casos ha llegado a suponer más del 50% del coste de explotación. El Gobierno decidió el 25 de junio ajustar el porcentaje y aprobó que a partir del 1 de julio se aplique un aumento del 10% al aplicado hasta ahora. Así pasará en el caso del transporte pesado de más de 20 toneladas del 30% al 40%, en los vehículos entre 3,5 y 20 toneladas aumentará del 20% al 30% y, por último en el transporte ligero de menos de 3,5, del 10% al 20%. 

La fórmula que traslada las variaciones del precio del combustible al precio del transporte en los niveles actuales en los que se encuentra se revela insuficiente y el sindicato reclama en el contexto de incremento continuado de los precios una revisión semanal de los precios. La aplicación de la fórmula se está haciendo de un modo desigual. Algunos transportistas aplican la fórmula en las condiciones que determina la norma, hay otros que han conseguido mejorarlo incluso, pero hay también un grupo que no ha puesto en marcha la fórmula por diversos motivos: temor a perder el cliente, dejar de ser competitivos con el de al lado, negativas de aplicación de los cargadores… razones todas relacionadas con la situación de desequilibrio en la negociación en la que se encuentra el transportista respecto a sus cargadores. La situación actual encamina al sector a un paro técnico, más que a un paro reivindicativo.

De todas formas, la actuación de las petroleras que constituyen el oligopolio del carburante es también denunciable. Es evidente que el precio actual del gasoil es consecuencia también del afán oportunista de lucro de estas empresas. Este componente especulativo ha hecho posible que la bonificación de 20 céntimos haya sido anulada por el nivel de precios actuales de los carburantes.