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Hiru lleva la situación y las reivindicaciones de los transportistas al parlamento vasco

Los portavoces del sindicato vasco de transportistas autónomos, Hiru, Patxi Agirre y Alberto Núñez expusieron el martes 22 de noviembre en la comisión de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Parlamento Vasco su visión del sector del transporte en Euskal Herria. En nombre de los transportistas vascos dieron a conocer la grave situación que vive el sector del transporte de mercancías por carretera en nuestro ámbito, así como las reivindicaciones de los transportistas a los miembros de los partidos políticos con representación en el Parlamento que en general compartieron el diagnóstico planteado y se comprometieron a estudiar las propuestas del sindicato. 

https://www.legebiltzarra.eus/portal/es/web/eusko-legebiltzarra/noticias-y-eventos/noticias/-/buscador/content/el-sindicato-hiru-propone-soluciones-para-atajar-la-grave-situacion-del-transporte-de-mercancias-por-carretera

Alberto Núñez explicó que “la situación de deterioro continuo que ha vivido durante estos últimos años el colectivo de transportistas autónomos, junto con la insoportable subida experimentada por los precios de los carburantes durante el 2022, llevó a tomar la decisión de parar en marzo de este año con el fin de hacer público los problemas propios de los autónomos del transporte y tratar que desde las diferentes administraciones se establecieran medidas que regularizaran la situación”. 

El portavoz de Hiru dio una serie de datos sobre las particularidades del transporte en Euskal Herria, “tal y como está estructurado actualmente el sector de transporte de mercancías por carretera, la figura del trabajador autónomo transportista es central. Según datos del Informe Panorámica del Transporte en Euskadi, publicado por el Observatorio de Transporte de Euskadi, en la CAPV en el año 2020 había en total 17540 autorizaciones de transporte de vehículos repartidas entre 7.631 empresas. La media de vehículos por empresa era por tanto de 2,48 vehículos por empresa, lo que da una idea clara de la dimensión mínima de la mayoría de nuestras empresas de transporte. Sí diferenciamos entre transporte ligero y pesado, comprobamos que en ligero esa media se reduce a 1,30 vehículos por empresa (1634 empresas-2192 vehículos), parte del sector en el que el autónomo es mayoritario, mientras que en transporte pesado la media es de 2,70 vehículos por empresa (5477 empresas con 14828 vehículos)”.

A su juicio, “Euskal Herria es un territorio eminentemente industrial, con multitud de pequeñas empresas que necesitan de un servicio de transporte efectivo, con gran disponibilidad, y con el que se mantiene una relación directa cliente proveedor, servicio que el autónomo del transporte ha sido capaz de cumplir eficientemente durante muchos años. El sector de transporte es y ha sido un sector atomizado. Esto es clave para entender cuestiones que parecen no ser comprendidas, como es la falta de capacidad de negociación de los transportistas con sus empresas cargadoras. La consecuencia directa es que muchas veces es muy complicado que cualquier coste añadido a la actividad es muy difícil que sea trasladado a la factura del servicio, por ejemplo, en el tema de los peajes a las autopistas”. 

“Desde 2008 con la crisis económica global se inicia un proceso recesivo en las condiciones en las que se desarrolla la actividad de transporte. La actividad del transporte ha estado y está dominada por una premisa global: el mercado demanda un servicio barato.  Se compite únicamente en precio, no en calidad de servicio, ni en ningún otro aspecto”.

“Los precios también se retraen. El precio de las rutas en 2020 estaba por debajo de los precios anteriores a la crisis de 2008.  Aparecen plataformas logísticas con cada vez mayor volumen de negocio y capacidad, que inventan fórmulas que permitan recortar en costes de explotación y así ajustar precios; Cooperativas Falsas, Empresas Buzón….”

“Así nos encontramos en la actualidad con un sector envejecido, media superior a los 52 años, y con unas condiciones de trabajo que distan mucho de servir de atractivo: se gana mucho menos, el esfuerzo y el sacrificio es el mismo, los costes son mayores, los riesgos son altos: riesgos de inversión, y riesgo profesional”.

“HIRU en este punto demanda de nuestras Administraciones se ponga en marcha un plan de viabilidad que permita y asegure el futuro de la figura del autónomo en el transporte, así como dignificar las condiciones en las que éste trabaja”. 

“Partiendo de la Defensa de nuestra red de transporte terrestre, pensamos que este sector necesita actuaciones de carácter integral con el fin de garantizar el futuro de un transporte propio que está al servicio de nuestra red industrial, de nuestra realidad económica y de las necesidades de la sociedad vasca”. 

“Factura propia para el transporte de mercancías por carretera. Nuestras Instituciones deben actuar para evitar que la posición de debilidad negociadora del autónomo se convierta en un trágala continuo, en el que cualquier coste sobrevenido sea imposible de trasladar”. Como ejemplo de esto está la obligatoriedad de la aplicación de la cláusula de revisión del precio en función de la variación de los carburantes, cláusula que existía anteriormente pero que hasta este 2022 no ha sido preceptiva.

“Planificación coordinada contra las cooperativas falsas y las empresas buzón. Todas las administraciones deberían responder conjuntamente e intensificar la coordinación contra este tipo de empresas que operan en el territorio. Es necesaria la intervención de las Inspecciones de Trabajo y de los Servicios de Inspección de las diferentes Diputaciones Forales…”

“Fin de la morosidad, de la subcontratación sucesiva del transporte y del dumping. Es necesario que se potencien los mecanismos de control disponibles que permiten la denuncia de aquellas prácticas que por ley son sancionables, Servicios de Inspección de Transporte de las Diputaciones y Juntas Arbitrales de Transporte.  También urge evitar que la actividad de transporte entre en una interminable cadena sucesiva de subcontratación, en la que los agentes que intervienen no aportan ningún valor añadido, limitando a una única subcontratación del servicio de transporte.”

“No al peaje al transporte. Nuestras Diputaciones son pioneras en el Estado en la implantación de un riguroso peaje únicamente dirigido al transporte de mercancías por carretera. En el transporte el usuario de las vías públicas es la mercancía, que es la que demanda el servicio. El transportista efectivo está en la carretera cumpliendo ese cometido, no por gusto, sino para realizar el servicio que la sociedad demanda. El peaje al transportista excluye del pago directo al resto de usuarios de la carretera y también a los demás intervinientes en la cadena de servicio de transporte: cargadores, agencias de transporte, distribuidores de las mercancías, y usuarios finales de la misma. Las carreteras son bienes públicos financiadas a través de impuestos y tributos a lo que el sector de transporte contribuye en la medida que se determina fiscalmente”.

“Fijar una edad de jubilación para los transportistas a los 60 años. Aunque es una competencia estatal desde Gobierno Vasco es posible aumentar, mejorar y ajustar a la realidad actual del colectivo las denominadas ayudas al cese de actividad. En la actualidad estas ayudas son un complemento desfasado de las más que insuficientes ayudas al cese que desde Madrid se otorgan a los transportistas autónomos. Este 2022 y tras los acuerdos del paro, el Gobierno Central duplicó el presupuesto de las ayudas. Esto no ha facilitado la salida anticipada de muchos transportistas, sino que al contrario ha dejado al descubierto la inefectividad de estas ayudas que sólo se han repartido entre aquéllos que tenían una incapacidad permanente reconocida y aquellos beneficiarios con una edad superior a 65 años y medio. No anticipan nada, sólo son un premio al abandono de la actividad de transporte. De nuevo para 2023 estas ayudas quedan minimizadas a la mitad”.

“Formación reglada para el acceso a la profesión. La educación reglada es la mejor forma de acceder a la profesión. A través de la educación se formarían transportistas profesionales, beneficiando al sector en todos sus aspectos. Se trataría de encauzar el interés de aquellos que quieren ser transportistas, favoreciendo la renovación del sector. El sector del transporte de mercancías es un sector de la actividad esencial para la economía. Es imprescindible que desde la Administración se plantee un marco que dignifique la actividad y permita una renovación futura de nuestra red de transporte”.