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Ningunean al transportista autónomo y favorecen a las grandes empresas en el plan Renove para camiones

Hasta el 15 de noviembre se pueden pedir, por vía telemática, las ayudas “para la modernización de flotas de transporte de mercancías por carretera” del plan Renove del Gobierno vasco que dispone siete millones de euros para achatarrar los vehículos antiguos y comprar nuevos. Es de prever que la mayor parte de estas ayudas se las adjudicarán las grandes flotas del transporte. La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente Arantxa Tapia presentó el plan tras reunirse con representantes de las asociaciones de transportistas ASETRABI y GUITRANS, la plataforma ARASUR y del clúster de Movilidad. Precisamente se trata de una astronómica ayuda dirigida a esas grandes flotas que serán las grandes beneficiarias de este plan Renove para camiones. 

Cabe destacar en primer lugar que la consejera Arantza Tapia obvia a los transportistas autónomos y se reúne con los representantes de las grandes flotas que una vez más han defendido sus intereses por encima de los del sector. Son los mismos que no están cumpliendo con la obligatoria revisión de las tarifas según las variaciones del precio del gasoil, los mismos que no respetan la prohibición para el transportista de cargar o descargar, y los mismos que se sirven o se valen de la precriedad del sector. La ayuda vendrá bien al transportista autónomo que tiene previsto cambiar su camión en estas fechas, pero principalmente beneficiará a las grandes empresas que recibirán cuantiosas ayudas para comprar hasta 10 vehículos nuevos.

            Una vez más, el sindicato Hiru constata que desde la Administración no se adoptan medidas estructurales para hacer frente a las dificultades y condiciones de precariedad en que se encuentra el sector, se aprueban ayudas puntuales o parches que beneficiarán principalmente a las grandes empresas que precisamente son los que se reúnen con la consejera y, en opinión del sindicato Hiru son algunos de los responsables de la insostenible situación en que se encuentra el sector. Mientras tanto, el sector sigue envejeciendo, los transportistas autónomos se han convertido es una especie en peligro de extinción que además de no tener relevo, sopesan y analizan con mucho cuidado antes de decidir el cambio de vehículo porque es una decisión de gran calado que el autónomo, no lo toma de la noche a la mañana.

El transporte se ha convertido en un oficio de riesgo, no sólo porque el transportista trabaja en la carretera, también porque requiere de una fuerte inversión, disponer de clientes, cobrar tarifas dignas adecuadas a los gastos, operaciones que se complican en estos tiempos de crisis. Puede ser que por ello, ultimamente, el mercado de segunda mano se ha revalorizado. Hay que tener en cuenta también que los plazos de entrega de los camiones nuevos se están dilatando y alcanzan varios meses. Por todo ello, para el autónomo el plazo abierto hasta el 15 de noviembre se antoja corto y se prevé que los 7 millones de presupuesto se agoten pronto con las peticiones de las grandes empresas que periódicamente renuevan sus flotas de vehículos

    Los dirigentes políticos por una parte aprueban este tipo de ayudas, y con la otra mano implantan peajes a los camiones por utilizar las carreteras. La Diputación de Bizkaia anuncia también descuentos en el peaje para los vehículos nuevos con “eficiencia energética”. El transportista autónomo con dificultades para incluso cambiar de vehículo seguirá aumentando gastos con el gasoil por las nubes y nuevos peajes que intentará repercutir a sus clientes. 

La ayuda de la que hablamos plantea que se puedan sustituir los vehículos matriculados antes del 1 de enero de 2019. Por un lado, no parece coherente ni respetuoso con el planeta que se achatarren vehículos que tienen tan sólo cuatro años de uso. Por otro, ese plazo pone de manifiesto que las ayudas de la administración van dirigidas ad hoc a los grandes, responden más a las necesidades de las empresas de gran tamaño, que cada año cambian de vehículos, más que al autónomo que cambia su camión después de pensárselo bien en un plazo cada vez más largo. El plan señala que “con el fin de lograr una adecuada distribución de los fondos disponibles, se establece un límite máximo de ayuda de diez vehículos salvo personas físicas (autónomos), que tendrán un límite de un vehículo”. Los autónomos sólo pueden acceder a la ayuda para un solo camión. Las empresas para 10. 

Las ayudas oscilan entre 14.000 euros que recibirán los que sustituyan un vehículo con masa máxima entre 3,5 y 5 toneladas, y 34.000 euros que recibirán los de más de 16 toneladas.