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Sindicatos vascos denuncian el alto índice de siniestros laborales mortales en la CAV

 Los sindicatos LAB, ESK, STEILAS, EHNE-Etxalde e HIRU han presentado el 4 de febrero en Bilbo el informe de siniestralidad laboral de 2024 en Euskal Herria: “Un total de 64 trabajadores murieron el año pasado mientras trabajaban. 14 en el camión”.  Los datos confirman que la situación es peor que el año anterior, en cuanto al número de accidentes de los trabajadores, “a pesar de que el 73% trabaja en los servicios, es decir, aunque casi tres de cada cuatro trabajan fuera de los sectores que más accidentes traumáticos provocan, la situación no ha mejorado, este año ha habido más muertes que en años anteriores. Los datos, tanto oficiales como extraoficiales, señalan que 2024 supera a 2023 en cuanto a siniestralidad laboral. El transporte es uno de los sectores con mayor siniestralidad. El informe confirma que «en determinados sectores hay más muertes: forestal, industrial, de transporte, construcción, agricultura, pesca, etc. Así lo indican los datos». +

En el informe se hace una mención especial al transporte. «La situación es cada vez más angustiosa. Las condiciones de los trabajadores del sector se están endureciendo año tras año y repercute directamente en su salud. 14 transportistas han fallecido en 2024. En Navarra y Gipuzkoa el convenio sectorial no ha sido renovado desde 2008, los mercados internacionales no apoyan al transportista, así las condiciones ni las tarifas, son las más adecuadas, han empeorado; las empresas no apoyan a sus transportistas. Las largas jornadas de trabajo, los altos niveles de estrés, el trabajo sedentario, el estricto control y la presión tienen efectos severos en la salud de los transportistas».

Destaca, por un lado, la edad de los transportistas fallecidos. «Casi todos los transportistas fallecidos tenían más de 50 años. El sector envejece, no hay relevo, no hay transportistas jóvenes porque las condiciones laborales no son nada buenas. Por eso reclama Hiru la jubilación anticipada a los 60 años que ya se reconoce en otras actividades”. Y la Administración no debe maquillar las estadísticas considerando los accidentes laborales de la carretera cómo meros accidentes de tráfico. “que no los considere ni como muerte natural ni como siniestro de tráfico por carretera. Evidentemente, son accidentes laborales. Se producen mientras el transportista trabaja en el camión».

A juicio de los sindicatos, la Administración es muy proclive a ocultar los accidentes laborales y denuncia varias situaciones graves. Por ejemplo, los casos de muertes de los trabajadores “in itinere” que pretenden considerar accidentes de carretera y pregunta cuántos accidentes laborales no han sido reconocidos oficialmente. Empresas y mutuas han reconocido “sólo”102.000 accidentes laborales de los cuales la mitad han causado baja.  Citaron ante la prensa un ejemplo de negación de muerte laboral «Un trabajador de 42 años que realizaba labores de construcción en Lumbier el pasado 16 de septiembre falleció a consecuencia de las graves heridas sufridas tras caer del andamio. Aunque en un principio se gestionó oficialmente como un accidente laboral, la Mutua tuvo acceso a los datos de la autopsia realizada por Osasunbidea y, valiéndose de ellos, negó el origen laboral del sinioestro”. Muchos de los accidentes mortales de este tipo se conocen a través de la red de afiliados. El año pasado los sindicatos han contabilizado 64 muertes laborales, los oficiales son 47. Las personas fallecidas por amianto tampoco figuran en los datos oficiales. 30 han muerto en 2024 según las asociaciones Asviamie y Adavan. «Los datos oficiales son testimoniales”.

Los sindicatos denuncian que, aunque la normativa de salud laboral está en vigor desde casi 30 años, no se cumple y la impunidad de la patronal es total. “Han creado la maraña institucional, para proteger esa impunidad, los gobiernos no sancionan a la patronal y la patronal lo sabe perfectamente, el mensaje de los gobiernos es claro, «vosotros seguid así, no pasará nada”; En este fraude las Mutuas son «la clave», una herramienta que aprovechan la impunidad de la patronal y la falta de control de los gobiernos; El bulo del absentismo es una nueva herramienta con el mismo fin. Así, el reflejo de los costosos planes que elaboran OSALAN y NOPLOI no aparece por ninguna parte”.

Ante esta situación los sindicatos anuncian que seguirán reclamando los derechos de los trabajadores y llevando a cabo nuevas y singulares iniciativas; «Seguiremos haciendo concentraciones frente a los accidentes mortales y cuando se den las condiciones haremos parar la actividad en las empresas; En momentos críticos de accidentabilidad haremos movilizaciones especiales interpelando a la Patronal y al Gobierno; y vamos a dinamizar diferentes luchas por conseguir la publificación de las mutuas”.

Los sindicatos exigen a los gobiernos que pongan medios reales ante la patronal para hacer cumplir la normativa: Dotar de capacidad de sanción a los y las técnicos de Osalan y NOPLOI; multiplicar el número de inspectores/as; vigilar de oficio a las empresas por parte de los inspección, sin dejar toda la responsabilidad sobre los y las delegadas: «Tomar la decisión de romper la impunidad de la patronal y pedir la puesta en marcha de una dura campaña coercitiva»; dinamizar las causas penales con la coordinación OSALAN + NOPLOI con la fiscalía; Piden también “que se catalogue toda enfermedad laboral como tal, especialmente las Psicosociales habida cuenta del impacto en sectores feminizados”.