Los transportistas autónomos que trabajan en el sector del transporte ligero han quedado apartados por la Administración Vasca del plan Renove para la modernización de flotas de vehículos de transporte presentado la pasada semana por la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente Arantxa Tapia. El plan de ayudas anunciado se olvida de aquellos vehículos de menos de 3,5tn que ejercen la actividad de transporte, dejándolos fuera de esta posibilidad.
Una vez más el trato que desde lo Público recibe el sector de los ligeros del transporte es claramente discriminatorio. Del mismo modo que quedan excluidos de ser beneficiarios de las devoluciones de gasóleo profesional, Gobierno Vasco no tiene en consideración a estos profesionales a la hora de otorgar subvenciones para renovación de vehículos. Para la Administración los autónomos del transporte ligero no alcanzan la categoría de transportistas.
Gobierno Vasco anunció el plan de ayudas a la renovación de flotas tras reunirse con los representantes de las grandes empresas que una vez más han defendido sus intereses por encima de los de la totalidad del sector. Es previsible que sean esas grandes flotas del transporte las que se adjudiquen la mayor parte de estas ayudas del plan del Gobierno Vasco que alcanza siete millones de euros para achatarrar los vehículos antiguos y comprar nuevos.
Son los mismos que no están cumpliendo con la obligatoria revisión de las tarifas según las variaciones del precio del gasoil, los mismos que no respetan la prohibición para el transportista de cargar o descargar, y los mismos que se sirven o se valen de la precariedad del sector para obtener su beneficio.
Una vez más, los transportistas autónomos constatan que desde la Administración no se adoptan medidas estructurales para hacer frente a las dificultades y condiciones de precariedad en que se encuentra el sector, se aprueban ayudas puntuales o parches que beneficiarán principalmente a los grandes y que son en gran medida los responsables de la insostenible situación en que se encuentra el sector. Mientras tanto, el sector sigue envejeciendo, los transportistas autónomos se han convertido es una especie en peligro de extinción que además de no tener relevo, sopesan y analizan con mucho cuidado antes de decidir el cambio de vehículo.