Otro transportista ha fallecido conduciendo su camión. La trágica estadística sigue cebándose con los trabajadores de la carretera. Ya son diez los transportistas fallecidos en las carreteras vascas este año. Miguel Angel Corral, transportista autónomo de 54 años afiliado al sindicato Hiru falleció a primera hora de la tarde del pasado jueves, 24 de setiembre, tras volcar el vehículo cisterna que conducía en la carretera N134 a la altura de Lodosa en un siniestro entre dos camiones.
Los sindicatos Hiru, LAB, Steilas, ESK y EHNE se han concentrado el martes 1 de octubre al mediodía delante de la Diputación para recordar al transportista fallecido y denunciar que la alta siniestralidad del sector está relacionada con la precariedad y las malas condiciones laborales. Por la tarde, la protesta se trasladó a la localidad donde residía el transportista fallecido: sus compañeros de trabajo, familiares y amigos se concentraron en la plaza de Oreeta-Rentería. Las largas jornadas de trabajo, las dificultades para descansar, las prisas y presiones generadas por las empresas, el sobrepeso de las cargas o las exiguas tarifas, complican la labor del transportista lo que puede derivar en un contratiempo a modo de siniestro con el camión. Hiru ha mostrado su «apoyo y solidaridad» a todas las personas allegadas de la víctima, y al tiempo pide la realización de la preceptiva investigación para determinar las causas y responsabilidades.
Los sindicatos vascos vienen denunciando reiteradamente que las condiciones laborales precarias están detrás de estos siniestros. Por una parte está el incumplimiento por parte de la patronal de las normativas de prevención de riesgos laborales: ya que priorizan sus ganancias y beneficios por encima de la vida y la salud de los trabajadores. Por otra parte está la dejadez de la Administración que no adopta medidas ni pone los recursos necesarios para que las empresas cumplan esas normas de prevención: no hay inspectores suficientes y no se sancionan las infracciones.
Cabe destacar la edad del conductor que ha perdido la vida: 54 años. El sector envejece, no hay relevo, los jóvenes no se incorporan al transporte porque las condiciones laborales no son dignas o interesantes. Todo esto pone en riesgo la integridad tanto de los propios transportistas como del resto de usuarios de la carretera. A partir de una edad, se pierden los reflejos, hay más riesgo de perder el conocimiento, padecer alguna afección cardio bascular y sufrir un accidente.
Por eso el sindicato Hiru lleva años reivindicando que se reconozca y se apoye la jubilación anticipada para los transportistas que ya se reconoce a los 60 años a otros profesionales como bomberos o policías. Asimismo, Hiru pide que tenga en cuenta el número de afecciones cardiovasculares en el sector a la hora de fijar los planes de prevención de riesgos laborales. De las 10 personas fallecidas este año la mayoría tenía más de 50 años.
Otro dato relevante es la dramática estadística de un transportista fallecido al mes, cada 30 días muere un transportista en la carretera. Ya se saben las maniobras de la administración para intenta maquillar y suavizar las estadísticas, considerando accidente de tráfico lo que evidentemente es accidente laboral. El siniestro del transportista es claramente un accidente laboral, está trabajando en la carretera.
Las carreteras navarras han sido este año escenario de numerosos accidentes de trabajo, el sindicato Hiru junto con LAB, CGT, Steilas, ESK y EHNE-Etxalde ya advirtieron en rueda de prensa el 23 de enero en Iruñea del aumento de accidentes de trabajo en las carreteras de Nafarroa, no sólo de transportistas y exigieron por ello a las autoridades navarras que «tomen medidas inmediatas para reducir el elevado número de desplazamientos» permitiendo el trabajo desde casa, activando planes de movilidad en las empresas y optimizando el estado de las carreteras y el Transporte Publico navarro». De las 18 personas fallecidas en accidente laboral en Nafarroa desde enero doce han perdido la vida en la carretera.
El 24 de setiembre en Lodosa, el vehículo de la víctima volcó tras un choque entre dos camiones.
El 2 de octubre al mediodía nos concentramos frente a la Diputación Foral de Gipuzkoa.
Por la tarde frente al Ayuntamiento de Oreeta de donde era el transportista fallecido.