Una veintena de delegados y miembros de los sindicatos ELA, LAB, ESK, STEILAS y ENHE se han concentrado junto a los representantes de Hiru en la rotonda del polígono de Lanbarren en Oiartzun, donde se encuentra la empresa Gexa para el que trabajaba el conductor fallecido la pasada semana en un accidente en la gasolinera BP de Orozko en Bizkaia. Con una pancarta que denunciaba los accidentes laborales y la precariedad «lan istripu gehiagorik ez, prekarietatea hiltzailea» firmada por los seis sindicatos convocantes han permanecido media horas a la entrada del citado poligono.
En nombre de todos ellos, Jon Altuna de Hiru ha denunciado esa alta siniestralidad laboral, «consecuencia de la mala calidad en el empleo y a la precariedad laboral que no es excepción en el sector del transporte. Las condiciones laborales de los profesionales transportistas son cada vez más precarias. La dejadez con la que la Administración ha tratado al sector durante los últimos años ha favorecido situaciones que elevan el riesgo de accidente: las prisas y las presiones de las empresas cargadoras, los horarios apretados, cargas con exceso de peso, precios bajos por los servicios, largas jornadas de trabajo, exigencia al transportista de la descarga del porte o los obstáculos para descansar lo necesario son algunas de las situaciones que dificultan un ejercicio digno y seguro de la actividad del transporte. Éstas son las situaciones que las administraciones prefieren obviar en su afán de conseguir un transporte barato, a toda costa. Son las situaciones que provocan los accidentes que afectan a los transportistas que se dejan la salud o incluso la vida en la carretera».
Un transportista falleció la semana pasada como consecuencia del accidente sufrido en la gasolinera BP de la localidad vizcaína de Orozko. El percance del chofer de 47 años que trabajaba en la empresa Gexa SCL, de Oiartzun (Gipuzkoa) subcontrata de Guardian Llodio se produjo el miércoles 9 de junio en la góndola del camión, aparcado en la gasolinera, cuando al trabajador se le cayó encima la carga que transportaba. Un compañero le encontró aprisionado en la «pala trasera» por la mercancía, vidrio de grandes dimensiones, colocada sobre un caballete, y falleció al día siguiente. El camión dispone de un sistema hidráulico que aprisiona la mercancía para evitar movimientos en el transporte. Este año son ya 26 los accidentes mortales que se han producido en Euskal Herria.
