Los sindicatos LAB, ESK, STEILAS, Hiru y ENHE se han concentrado este viernes a las 11.30 en la entrada del Puerto de Pasaia por Lezo para denunciar el accidente laboral que sufrió un transportista el lunes de la semana anterior mientras cargaba su camión en las citadas instalaciones. El transportista, de 48 años, falleció 12 de febrero como consecuencia del infarto que sufrió en el puerto la semana anterior. Con el lema “La precariedad mata. La patronal y las instituciones nos enferman y nos matan” los citados sindicatos han realizado una protesta en la entrada al puerto por la rotonda de Lezo. Por un lado para recordar al transportista andoaindarra de 48 años y por otro para denunciar que estos accidentes laborales son consecuencia de las malas condiciones laborales, las largas jornadas de trabajo o de las prisas y presiones generadas por las empresas.
Se trata del primer transportista que muere en las carreteras vascas en lo que va de año. El año pasado fallecieron 14, por lo que cada mes muere al menos un transportista en las carreteras de Euskal Herria. Sufrió un infarto mientras cargaba el camión en el puerto. Los compañeros del transportista denuncian que en el Puerto de Pasajes no hay ambulancias y que para cuando llegó la asistencia ha sido demasiado tarde en este caso. Empezó a sentirse mal y cayó inconsciente al suelo, aunque en dos ocasiones intentaron reanimarle el corazón llegó grave al hospital y murió a la semana.
Cabe destacar el elevado número de afecciones cardiovasculares en el sector del transporte y la edad de los transportistas que fallecen. El año pasado fallecieron 14 transportistas, la mayoría de ellos muy cercanos a la edad de jubilación. El sindicato lleva años reclamando, por un lado, la jubilación anticipada a los 60 años; y por otro, que la alta incidencia de las afecciones cardiovasculares entre los transportistas se tenga en cuenta a la hora de elaborar las normativas de prevención y salud laboral. En definitiva, estos hechos son consecuencia de largas y apretadas jornadas de trabajo o de las prisas y presiones que generan las empresas para las que trabajan los transportistas.
