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Las retenciones de Biriatu han colapsado la ciudad fronteriza de Irun en verano

Este año han aumentado el malestar y las quejas ante las retenciones que se han producido en Biriatu debido al intenso tráfico que se registra en periodo estival por los numerosos vehículos que vuelven a Europa de sus vacaciones, a las paradas para pagar el peaje y a los controles policiales. Y se han intensificado este año tanto entre transportistas así como entre los vecinos de la ciudad fronteriza. Lo hemos publicado en el último número de Garraiolariok.

A finales de agosto, con la Operación Retorno en pleno apogeo, las largas caravanas de vehículos fueron diarias y kilométricas, especialmente a su paso por el punto fronterizo de Biriatu. Según datos aportados por Tráfico, las colas en la autopista Ap8, en sentido Baiona llegaron a alcanzar 12 kilómetros algunos días por las tardes, y se mantuvieron durante horas provocando molestias no sólo para los conductores en tránsito también para los vecinos y vecinas de Irun que soportan el colapso y problemas continuos del tráfico en el centro de la ciudad.

Varios factores confluyen para explicar esta situación Muchos conductores tratan de eludir los atascos saliendo de la carretera en la localidad fronteriza, sin percatarse de que cruzar la muga a través de los dos únicos pasos que existen en Hendaia es una solución aún peor que, además de llevar más tiempo, puede colapsar también la variante o el propio centro de la localidad fronteriza, como ya ha sucedido.

Desde el Ayuntamiento han insistido en la necesidad de «levantar las barreras y no cobrar los peajes en Irun y Biriatu cuando se producen importantes retenciones» como en el caso de las de estas últimas semanas. 

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Malestar entre transportistas

Transportistas de Hiru consultados por Garraiolariok han criticado la situación. No es normal en su opinión que a veces las retenciones de varios kilómetros se produzcan ya en el peaje de Irun, «este año ha habido más trafico que otras veces. Parece que después de dos años sin visitar a sus familiares de Marruecos y Argelia por las restricciones del Covid esta vez se han apuntado todos». A la mayor afluencia se suman los controles migratorios que las autoridades francesas llevan a cabo desde finales de 2015, más exhaustivos con los vehículos procedentes de África lo que ralentiza el paso por el peaje. 

Los transportistas son los más perjudicados, porque les obligan a circular sólo por el carril izquierdo lo que genera largas colas. Para evitar retrasos procuran salir a horas «raras». «No se puede cruzar la frontera por la tarde ya que puedes tardar varias horas. El peaje debería estar unos 10 kilómetros más adelante. Pero así las autoridades de tráfico francesas tienen más ordenado la circulación en sus carreteras y evitan este tipo de situaciones en su territorio. Las retenciones se trasladan así al otro lado de la frontera». 

Incendio en Las Landas

Los primeros incidentes se produjeron cuando cerraron la frontera por un incendio en Las Landas. Las retenciones ya fueron importantes y la circulación complicada desde el día 10 de agosto debido a las restricciones de tráfico decretadas por las autoridades galas como consecuencia del fuego que arrasó las Landas. Cabe destacar que la frontera permaneció cerrada desde primeras horas de la mañana para los vehículos pesados a pesar de que el incendió se inició a 216 kilómetros de la muga, donde las colas superaron los siete kilómetros por la tarde y atraparon a muchos transportistas. 

Como medida preventiva, la Ertzaintza había restringido la circulación a vehículos pesados en la A-1 a partir del kilómetro 385, a la altura de San Millán en sentido Irun. 

Tráfico intenso

Cabe destacar también que durante todo el mes de agosto se produjeron retenciones en la Ap1 en Gasteiz así como a la altura del peaje de Zarauz, por la densidad del tráfico debido a los miles de vehículos de las familias europeas de origen magrebí que regresan a casa tras pasar sus vacaciones en Argelia o Marruecos.

Según los datos de la Dirección General de Tráfico, la operación salida se saldó con 350.000 vehículos que cruzaron el Estrecho en dirección a África, la mayor parte de los cuales procedían de otros países europeos. Este éxodo temporal ha regresado este verano tras dos años sin haberse podido realizar por el Covid.

Tanto el Ayuntamiento de Irun como la Diputación de Gipuzkoa, así como los vecinos de Irun, usuarios de la autopistas y transportistas consideran la situación como «insostenible». 

Los transportistas se quejan de las condiciones «insufribles que padecen» en la zona de Biriatu. En su opinión las «interminables colas» impiden a estos profesionales desarrollar su trabajo «con normalidad y dignidad».

Además, es un problema que se repite todos los años, «establecen los peajes para llenar las arcas, pero cuando tantos transportistas se quedan atrapados en los embudos miran hacia el otro lado».

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Rifi rafe entre PNV y PSE

El problema de las kilométricas colas que se han registrado en la muga se ha convertido en un arma arrojadiza en el terreno político. El alcalde de Irun, José Antonio Santano, ha reclamado en varias ocasiones en las últimas semanas que se tomen las medidas necesarias para aliviar las situaciones en las que la densidad de tráfico perjudica directamente también la vida de los iruneses, reclamando que se levanten las barreras y no se cobre peaje en Irun y Biriatu cuando se producen importantes retenciones, recuperando la practica llevada a cabo hace unos años por las empresas que gestionan las autopistas Ap8 y A63. 

De hecho, el Ayuntamiento de Irun al completo, con los votos favorables de todos los partidos políticos (incluso el PNV), respaldó una declaración institucional con la petición. El alcalde incidió en que «tenemos unanimidad para plantear que levanten las barreras de los peajes cuando hay colas».

El 1 de setiembre los diputados jeltzales Aintzane Oiarbide e Iñigo Barandiaran acusaron a Santano de «populismo» y le emplazaron «a que pida a Pedro Sánchez que reconduzca el problema de la frontera». 

En opinión de Oiarbide, el problema solo se produce en dirección Francia, siempre en el peaje de Biriatu, agravados por los controles realizados por la gendarmería francesa: «las acusaciones de los últimos días del Ayuntamiento de Irun no son aceptables. El alcalde Santano hace populismo porque sabe que la política fronteriza no es competencia de la Diputación Foral de Gipuzkoa ni del Gobierno Vasco, sino de los estados español y francés». 

Oiarbide recordó las obras de mejora que Bidegi realizó en 2019 con el objetivo de agilizar el paso de los vehículos que transitan por la zona. En los peajes se ha incorporado «tecnología de última generación que permitirá el paso de hasta 1.000 vehículos/hora por cada una de las vías». 

Una remodelación similar a la que se está realizando actualmente, y con el mismo objetivo, en el peaje de Zarautz, «levantar las barreras no solucionaría nada, porque las colas comienzan 7 kilómetros antes, en el peaje de Biriatu». 

Por su parte, el diputado del Congreso y portavoz de la Comisión de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana Iñigo Barandiaran explicó que EAJ-PNV registró en el Congreso el 29 de agosto una batería de preguntas por escrito al Gobierno español sobre estas preocupantes retenciones. que se registran en la muga entre Gipuzkoa y Lapurdi. 

Una cebra de paseo por Biriatu

Los conductores que hacían cola en las habituales retenciones veraniegas en los peajes de la Ap8 en Biriatu, Irun, se llevaron una enorme sorpresa el 27 de agosto por la tarde cuando vieron a una cebra de paseo entre los vehículos parados en la caravana.

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Fue la nota anecdótica del colapso de tráfico que sufren todos los veranos los usuarios de la autopista, así como, los vecinos de Irun por los efectos de las operaciones de salida y retorno. 

Transporte complicado

Las redes sociales dieron cuenta inmediatamente del paseo que se dio una cebra en plena autopista. Al parecer se escapó del camión en el que lo transportaban.  Esta claro que el transporte de animales vivos tiene sus complicaciones y requiere de un cuidado especial. En los recorridos largos es necesario parar para que puedan comen y beber. Y esa operación se debe realizar con mucho cuidado para prevenir que se escape algún animal. En este caso parece que la cebra se escapo del vehículo en el que su propietario la transportaba de vuelta a casa, tras un periodo de préstamo a un zoo.

El animal se paseó entre los vehículos hasta los gendarmes pudieron atraparlo. Los policías precisaron de casi media hora hasta que una agente se ganó su confianza con un manojo de hierba en la mano, según relataron en las redes sociales.