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La ayuda de Jaurlaritza para dejar la actividad se puede pedir hasta el 10 de junio

Los transportistas que tengan 63 y 64 años o una incapacidad permanente, interesados en solicitar la ayuda del Gobierno Vasco para abandonar la actividad del transporte tienen abierto el plazo hasta el 10 de junio. La Consejería de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes aprobó el 30 de abril un presupuesto de 450.000 euros para este programa de ayudas para el transporte de mercancías y viajeros, la misma cantidad que la destinada en 2023 y que habitualmente alcanza para unos pocos. 

Los transportistas que abandonen la actividad antes del 30 de noviembre próximo renunciando de forma definitiva a las autorizaciones de transporte, recibirán 10.000 euros en caso de gran invalidez, incapacidad permanente absoluta o total, o un máximo de 4.100 euros por cada 6 meses completos que les falten para cumplir la edad de 65 años. La ayuda es de 2.600 euros por cada medio año para los transportistas de vehículos ligeros. El cómputo de los semestres completos se hará a partir del 1 de junio de 2024. 

No podrán optar a la subvención los que en junio tengan menos de seis meses para cumplir 65. En caso de volver a la actividad deberán devolver las ayudas obtenidas y los correspondientes intereses. 

Los interesados recibirán más información y asesoramiento necesario en las oficinas del sindicato. El programa exige el cumplimiento de una serie de requisitos: además de tener 63-64 años o una incapacidad, y dejarlo antes del 30 de noviembre, es necesario el empadronamiento en la CAV antes del 1 de enero de 2019, ser titular de forma ininterrumpida durante los últimos diez años de una autorización vigente de transporte con un máximo de tres copias, y estar dado de alta en el régimen de trabajadores autónomos de la Seguridad Social por el mismo periodo. Se permite una única interrupción que no supere tres meses. En los supuestos de incapacidad, el plazo de diez años se computa desde que se les reconoció la misma.

Cabe destacar que las subvenciones de 9,6 millones y 450.000 euros concedidas por el Gobierno de Madrid y Gasteiz respectivamente, no se pueden considerar ayudas al cese anticipado de la actividad ya que esas cantidades asignadas son absolutamente insuficientes y no permiten a los transportistas abandonar la actividad con antelación a no ser que estes impedidos para ejercer como conductor. De nuevo la ayuda de Madrid sólo alcanza para los que tienen alguna incapacidad reconocida, y para los que tienen más de 65 años. La ayuda que concede el Gobierno Vasco, por su parte, dirigida a los que han cumplido 63 años, también es totalmente insuficiente: toca a aproximadamente 12.300 euros como máximo por transportista que tendrá que vivir 18-24 meses con esa cantidad, pagar la cuota de autónomos, cotización etc. 

La ayuda de Madrid, parece más bien un premio a los que siguen en la actividad por encima de los 65 años. Habitualmente, tres de cada cuatro solicitantes de la ayuda se quedan sin nada por falta de presupuesto. Los que quieran dejarlo antes porque no se sienten capacitados ya para circular por las carreteras durante horas con esa edad no reciben ni un duro de Madrid y se tienen que conformar con la pizca o migaja que concede el Departamento de Transporte de Gasteiz. 

Hiru viene denunciando año tras año que las ayudas públicas no permiten un cese anticipado digno para los transportistas que durante tantos años han afrontado las penurias de la actividad. La Administración ni ayuda a los conductores mayores sometidos a muchos riesgos de tener contratiempos y enfermedades para retirarse en condiciones ni apoyan un relevo como es debido. La posibilidad de jubilarse a los 60, que ya tienen reconocida otras actividades, haría más atractivo el oficio de transportista, facilitaría el relevo generacional y la incorporación de conductores jóvenes al sector.