Los sindicatos ELA, LAB, ESK, STEILAS, Hiru y ENHE volverán a concentrarse para denunciar el accidente laboral mortal de un transportista. En este caso, un transportista de origen portugués falleció por causas no traumáticas en la localidad alavesa de Araia.
La protesta con el lema “No más accidentes laborales, la precariedad mata” se llevará a cabo el viernes 14 de octubre a las 11.00 de la mañana en el centro de Gasteiz, en la calle Postas 9, frente al edificio de Correos, y al lado de la sede de la asociación SEA de empresas de Araba para denunciar el fallecimiento del transportista en la carretera.
Este año son ya 9 los transportistas fallecidos en las carreteras de Euskal Herria de un total de 62 accidentes laborales mortales. Los sindicatos vascos se han concentrado cada vez que ha ocurrido un siniestro fatal junto con la pancarta que denuncia que “la precariedad mata, no más accidentes laborales”.
Los sindicatos denuncian reiteradamente que la Administración trata de reducir las estadísticas de los accidentes laborales de los transportistas considerando los fallecimientos como muerte natural o siniestros de carretera. Este tipo de desgracias son, sin duda, en opinión de los sindicatos accidentes laborales, la mayor parte, consecuencia de las precarias condiciones laborales.
La tensión y estrés acumulado generan problemas cardiovasculares. La alta incidencia de estas dolencias o afecciones en los transportistas debería reflejarse en las políticas de salud y prevención laboral. En definitiva, estos hechos son consecuencia de largas y duras jornadas de trabajo o de las prisas y presiones propiciadas por las empresas.
Otro elemento a destacar es que los transportistas no tienen posibilidades de jubilarse anticipadamente como los que se dedican a otras actividades también consideradas de “alto riesgo”, por ejemplo, policías, bomberos, mineros, trabajadores ferroviarios en algunos casos y como curiosidad, también los artistas y toreros, cumpliendo algunas condiciones.
Esta reclamación de jubilación anticipada de los profesionales del transporte tiene un amplio consenso, pero no registra avances significativos. Las ayudas de la Administración para que los autónomos abandonen la actividad no alcanzan ni para los que ya han cumplido los 65 años, a pesar de que se ha doblado la cantidad a repartir, de 10 a 20 millones de euros para dar 30.000 euros para los transportistas autónomos que se comprometan a dejar la actividad y entreguen su tarjeta de transporte. Los que sí reciben son los que tienen alguna incapacidad permanente absoluta.
Estos resultados dejan en evidencia que la Administración no tiene voluntad para contribuir a la retirada anticipada de los transportistas, que afecta a la seguridad no sólo de los transportistas mayores que corren riesgo de sufrir algún siniestro, también de todos los usuarios de las carreteras…
