Un transportista de 61 falleció calcinado el miércoles por la tarde en un accidente por alcance entre un camión cisterna y dos turismos en la A1 a la altura de Agurain. La cabina del camión ardió causando la muerte del conductor. Los sindicatos LAB, ESK, STEEILAS, EHNE e HIRU se concentrarán el viernes a las 12 del mediodía en Lakua para recordar y homenajear al transportista fallecido y al mismo tiempo denunciar ante el Gobierno vasco que este tipo de accidentes mortales en la mayoría de las ocasiones son consecuencia de las precarias condiciones laborales de los transportistas. La edad avanzada de los transportistas y la fatiga matan.
Cabe destacar que el transportista fallecido tenía 61 años. El sindicato Hiru lleva años pidiendo la jubilación anticipada a los 60 años, ya que se trata de un oficio de alto riesgo no sólo para los propios transportistas. También para el resto de los usuarios de las carreteras. Pero la Administración mira para el otro lado. En el espectacular accidente de Agurain hubo dos heridos y podían haber fallecido más personas.
La policía no ha precisado los motivos del accidente pero es muy probable que la fatiga provocada por las malas praxis habituales en el sector esté detrás del percance. No hace mucho fallecieron en menos de 24 horas también en carreteras alavesas dos transportistas que trabajaban de noche. El sindicato ha constatado que la urgencia de los clientes que contratan servicios de transporte y la consiguiente presión ejercida sobre los transportistas, obligándolos a trabajar a deshoras, cargar con el máximo peso posible o las ajustadas tarifas del sector provocan este tipo de accidentes que pueden tener consecuencias fatales. Esas prisas y presiones de las empresas cargadoras contratantes, así como las cada vez peores condiciones laborales del sector, pueden provocar la muerte de los profesionales así como de otros usuarios de la carretera, como se ha visto esta semana.
Mientras tanto, la Administración mira hacia otro lado y no toma las medidas necesarias para atajar el problema. El año pasado murieron once transportistas en accidentes laborales, casi uno cada mes. Este año son cinco. Los mandatarios podían controlar mejor los horarios, pesos o los precios al que trabajan los transportistas, teniendo en cuenta que la presión horaria, el stress, las cargas con exceso de peso, los precios y tarifas bajas, las largas jornadas de trabajo, los trabajos de carga o descarga que no les corresponden y, en definitiva, las dificultades para descansar ponen en peligro la dignidad y seguridad de los transportistas, e incluso su propia vida en los peores casos.
Es evidente que la precariedad y las duras condiciones laborales, están detrás de estas muertes. Hay una relación directa entre la siniestralidad laboral y la mala situación que vive el sector en general. Mientras tanto, la Administración en muchos de estos casos oculta estos accidentes laborales y no los contabiliza en las estadísticas oficiales como tal, sino como accidentes de tráfico o muertes naturales.
Merece recalcar la edad del transportista fallecido. No tienen posibilidades de jubilación anticipada a pesar de los riesgos que corren: pasan muchas horas conduciendo, a veces descansan en el propio camión o, a menudo, trabajan de noche. El trabajo también les causa fatiga, dificultades para dormir, problemas cardíacos, respiratorios, musculares, estrés, etc. Por todo ello los transportistas solicitan la posibilidad de jubilarse a los 60 años. El transportista de más, con varias toneladas de carga detrás, puede suponer un gran peligro para el propio transportista y para todo usuario de carreteras.
La carretera quedó totalmente cortada durante varias horas y las retenciones llegaron a los nueve kilómetros en sentido Irun y cinco hacia Gasteiz. La Ertzaintza ha abierto la correspondiente investigación para esclarecer las circunstancias de este trágico accidente. El jueves continuaban reparando y preparando las vías para su apertura.