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Las ayudas para el cese no llegan ni para los transportistas con 65 años cumplidos

La subvención concedida para el cese de la actividad no ha llegado ni para los transportistas que tienen cumplidos los 65 años y derecho a la jubilación. Sólo ha alcanzado a algunos de ellos, a los mayores de 65 así como a aquellos que tienen reconocida una incapacidad laboral, quedando fuera todos los demás, a pesar de que el Gobierno de Madrid y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana doblaron el importe de las mismas hasta los 20 millones de euros, que ya se veía insuficiente. Es evidente que no se les puede llamar ayudas para la jubilación “anticipada”, ya que muchos de los solicitantes siguen trabajando esperando a la ayuda a pesar de que ya tienen edad y derecho para retirarse. 

La publicación de las listas de las personas que se han podido acoger a las denominadas “ayudas para el abandono de la actividad del transporte por carretera” ha dejado en evidencia que los transportistas están muy lejos de poder jubilarse a los 60 años como otras actividades consideradas “de alto riesgo” que sí lo tienen reconocido, como los policías, bomberos, mineros,… y como curiosidad también los artistas y toreros cumpliendo algunos requisitos.

Ni relevo ni jubilación anticipada
Los transportistas llevan años criticando que la ayuda nunca alcanza para retirarse anticipadamente, todos los años es insuficiente, y más bien se ha utilizado para hacer desaparecer a los transportistas autónomos del mercado. Para retirar las tarjetas de transporte. Asimismo es evidente de que no hay relevo generacional. El transporte no genera interés entre la juventud y no hay jóvenes dispuestos a dedicase a la actividad si no mejoran las condiciones laborales. Así el transportista autónomo se ha convertido en una especie en peligro de extinción. 

Los datos de afiliación del sindicato Hiru corroboran este hecho. La inmensa mayoría de los transportistas autónomos de Hiru tienen más de 50 años. Un informe de la Organización Internacional IRU lo certifica, “tres de cada cuatro conductores tienen más de 50 años», de lo que se deduce “el alto riesgo de accidentes para ellos mismos y para el resto de usuarios de la carretera por el desgaste acumulado que dispara el factor fatiga en la conducción”. 

Es evidente que no se puede hablar de jubilación anticipada cuando en los últimos años las ayudas sólo han alcanzado para los que se jubilaban a los 67 años. En 2022 se ha doblado la cantidad a repartir y no ha alcanzado ni para los de 65 años. No se puede decir por lo tanto que son ayudas al cese anticipado de la actividad. Los mayores de 60, aunque quieran jubilarse no disponen de recursos que les empujen a dejar la actividad. En los tres años anteriores sólo llegó para invalideces y transportistas con 67 años ya cumplidos. A eso no se le puede llamar jubilación “anticipada”. Estos datos dejan en evidencia que la Administración no tiene voluntad para contribuir a la retirada anticipada de los transportistas. 

Dos tercios de los transportistas que han pedido la ayuda no lo percibirán por falta de recursos. La subvención no llegará ni a la mitad de los que tienen derecho a jubilarse, a pesar de que muchos transportistas ni lo han pedido ya que saben de antemano que no lo recibirán. Y eso, que este año han podido acceder a las ayudas el doble de transportistas, 648 frente a 328 en 2021, pero se ve que los recursos que destina el ministerio son insuficientes, más del 60% de los transportistas solicitantes ha quedado fuera de las ayudas, la mayoría porque se ha agotado el presupuesto después de acreditar el cumplimiento de todos los requisitos establecidos para la concesión.

La lista de beneficiarios y excluidos de las ayudas de 2022 puede consultarse en el siguiente enlace: https://cdn.mitma.gob.es/portal-web-drupal/mitma/docs/resolucion.prov.abandono.2022(f).pdf.xsig.pdf