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Concentración de protesta y homenaje en Iruñea por el transportista fallecido en Lleida

El transportista navarro de 58 años, Rafa Tirapu, falleció la semana pasada en Lleida tras sentirse mal en el interior de la cabina de su vehículo. Hiru ha llevado a cabo una concentración, protesta y homenaje junto a los sindicatos LAB, ESK, STEILAS, EHNE-Etxalde y CGT el miércoles 17 a las 11.00 horas, en la plaza de la Merindades, ante la delegación del Gobierno de Madrid. Los sindicatos vascos han denunciado allí que las precarias condiciones laborales tienen consecuencias dramáticas y que la precariedad mata a los trabajadores. Al mismo tiempo han reiterado la reivindicación de la jubilación anticipada para los trabajadores del sector. Ya son seis los transportistas que han fallecido en la carretera en lo que va de año. El año está siendo trágico y se ha superado el porcentaje habitual de accidentes mortales.  Cada mes muere un transportista de media y para el mes de abril ya han muerto seis. 

Cabe destacar la edad del profesional que ha perdido la vida, 58 años. El sector envejece, no hay relevo, los jóvenes no se incorporan al transporte porque las condiciones laborales no son nada buenas. Esta realidad es muy peligrosa, tanto para los propios transportistas como para todos los demás usuarios de la carretera. Sin embargo, la Administración mira hacia otro lado y no toma las medidas necesarias para atajar el problema. El año pasado murieron diez transportistas en accidentes laborales, casi uno cada mes. Este año son ya seis para el mes de abril. 

Los responsables podían controlar mejor los horarios, pesos o los precios al que trabajan los transportistas, teniendo en cuenta que la presión horaria, el stress, las cargas con exceso de peso, los precios y tarifas bajas, las largas jornadas de trabajo, los trabajos de carga o descarga que no les corresponden y, en definitiva, las dificultades para descansar ponen en peligro la dignidad y seguridad de los transportistas, e incluso su propia vida en los peores casos. 

Es evidente que la precariedad y las duras condiciones laborales, están detrás de estas muertes. Hay una relación directa entre la siniestralidad laboral y la mala situación que vive el sector en general. Mientras tanto, la Administración en muchos de estos casos oculta estos accidentes laborales y no los contabiliza en las estadísticas oficiales como tal, sino como accidentes de tráfico o muertes naturales.

A partir de cierta edad aumentan el cansancio, los problemas cardiovasculares y otro tipo de afecciones, se pierden los reflejos, y en consecuencia crece el riesgo de tener un accidente. Por todo ello, Hiru reclama desde hace muchos años que los transportistas puedan retirarse a los 60 años como los profesionales de otras actividades consideradas de riesgo.

El sindicato ha constatado que la urgencia de los clientes que contratan servicios de transporte y la consiguiente presión ejercida sobre los transportistas, obligándolos a trabajar a deshoras, cargar con el máximo peso posible o las ajustadas tarifas del sector provocan este tipo de accidentes que pueden tener consecuencias fatales. Esas prisas y presiones de las empresas cargadoras contratantes, así como las cada vez peores condiciones laborales del sector, pueden provocar la muerte de los profesionales así como de otros usuarios de la carretera, como se ha visto esta semana.