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El sindicato Hiru explica sus criterios sobre peajes en las Juntas Generales de Gipuzkoa

El sindicato de transportistas autónomos vascos, Hiru, participará en la Comisión de Infraestructuras Viarias de las Juntas Generales de Gipuzkoa el próximo jueves, 25 de noviembre, a las 9.30 horas. Los representantes sindicales comunicarán a los junteros las razones de su oposición a la implantación de peajes a camiones. Es un tema que está de actualidad, también en las instituciones. El 22 de octubre pasado los representantes de Hiru Alberto Núñez y Jesús Lafragua acudieron a las Juntas Generales de Araba para participar en la ponencia sobre infraestructuras viarias y peajes. La argumentación de aquella comparecencia será muy similar a la que aportarán el jueves en Donostia. 

En Araba la Diputación estima que se necesitarán cerca de 12,5 millones de euros más al año a partir de 2026 para el mantenimiento y conservación de la “red de carreteras de alta capacidad” y pretenden sufragarlo a través del cobro de peajes por paso al sector del transporte por carretera. 

En opinión de Hiru, esta visión obvia cuestiones fundamentales inherentes al sector como que el transporte de mercancías por carretera es un servicio público y las infraestructuras viarias, un bien público. Los bienes públicos se financian mediante impuestos y tributos que todos pagamos, porque todos somos usuarios de los mismos. Los representantes de Hiru subrayaron también que en el transporte de mercancías el usuario es la mercancía, que es la que demanda el servicio, por la necesidad de llegar a su público final. El transportista efectivo está en la carretera cumpliendo ese cometido, no por gusto, sino por la necesidad de realizar el servicio que la sociedad demanda. 

A juicio de Hiru, el peaje al transportista es discriminatorio a todas luces porque excluye del pago directo al resto de usuarios e intervinientes en la cadena de servicio: cargadores, agencias de transporte, distribuidores de las mercancías, y usuarios finales de la misma.

   A pesar de que el transporte es un servicio “esencial”· para que la actividad económica funcione tiene un tratamiento marginal. La situación del sector es lamentable como consecuencia del abandono institucional y administrativo durante años. Al ser un sector muy atomizado, los transportistas autónomos tienen dificultades para negociar precios con sus empresas cargadoras y para trasladar  cualquier coste añadido a la factura, como por ejemplo los peajes nuevos o el incremento del precio de gasoil. 

Los representantes de Hiru, denunciaron que la actividad del transporte ha estado y está dominada por una premisa global: el mercado demanda un servicio barato.  Se compite únicamente en precio, no en calidad de servicio, ni en ningún otro aspecto. Las plataformas logísticas, cooperativas falsas o empresas buzón entre otras con cada vez mayor volumen de negocio y capacidad que han surgido, utilizan formulas y maniobras para recortar costes y ajustar más el precio. Así los precios están por debajo de los anteriores a la crisis de 2008, es un sector envejecido, poco atractivo en cuanto a condiciones de trabajo con poco beneficio y altos riesgos, tanto de inversión como profesión ales. 

La Administración ha dado la espalda a las problemáticas del sector, no ha respondido adecuadamente a la precarización, subcontrataciones, cooperativas falsas,…   ni ha dado ayudas ni pasos por ejemplo para fomentar facturas revisables según precios del gasoil o de los peajes, de obligado cumplimiento, para poder adelantar las jubilaciones o para fomentar la Formación Profesional de los que se quieran incorporar al sector.