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«El autónomo no tiene futuro en el comercio electrónico»

Carlos Zubialde es experto en logística y transporte y creador del blog www.informacionlogistica.com. Garraiolariok ha tenido la oportunidad de conversar con él y os mostramos a continuación las interesantes ideas que nos deja.

Eres Carlos Zubialde. ¿Cómo te presentamos?

Como un profesional del sector del transporte.

¿Cuántos años llevas dedicándote al sector del transporte?

Estoy en el transporte desde el año 90. Soy de Irun, trabajé en las aduanas, por lo que conocí la Europa de las fronteras, los despachos, etc. Así que podemos decir que llevo cerca de 29 años ligado al transporte en distintas labores.

¿En qué medida ha cambiado el transporte con fronteras y sin fronteras?

No tiene absolutamente nada que ver. Hoy en día sería inviable establecer otra vez fronteras. De hecho lo estamos viendo con el Brexit, se está intentando plantear un tipo de frontera en contra de la operativa diaria, es decir, un control aunque sea mínimo va contra la economía de cualquier país, ahora mismo sería un paso atrás.

Las fronteras no son lo único que ha cambiado en estos años, las nuevas tecnologías también han cambiado la manera de hacer transporte. ¿Qué supone el comercio electrónico para nuestro sector?

El comercio electrónico es un hecho mundial pero su afección sobre el transporte sí tiene una serie de connotaciones comunes para todos los países, pero luego cada país tiene su propia idiosincrasia. Está claro que el comercio electrónico para el transporte, sobre todo para la paquetería, la mensajería, es un cierto lastre económico. En cualquiera de los países estamos viendo que las grandes compañías de Marketplace terminan haciendo alianzas con los servicios estatales de correos porque son los únicos que pueden aguantar el tirón mediante las ayudas. Luego en España también se dieron dos circunstancias que fueron la crisis, que golpeó de forma muy fuerte a las compañías de mensajería porque desapareció volumen de envíos y que el producto de envío se cambió mucho. En ese momento surgen compañías importantes, como el caso de Amazon, que se instala en España en 2011. Se juntan como decía esas dos partes, un poco el hambre con las ganas de comer. Las redes de transporte necesitaban mercancía para poder mantener sus estructuras y las compañías de comercio electrónico necesitaban quien se las llevara de forma muy económica. Asistimos a una guerra de precios donde en el año 2011 cualquier paquete de comercio electrónico podían estar pagando a una empresa de transportes 6-7 euros a estar pagando ahora menos de 2,5 euros.

«Hoy en día el sistema de comercio electrónico es insostenible económica, sociolaboral y medioambientalmente»

Eso es menos de la mitad… ¿cómo se sostiene ese sistema?

Hoy en día el sistema de comercio electrónico es insostenible como está ideado. Es insostenible económica, sociolaboral y medioambientalmente. Ponemos el ejemplo: vamos al centro de la ciudad de cualquiera que se nos ocurra, hacia las 11 de la mañana, y veremos que en la puerta de un edificio hay cinco furgonetas, de cinco compañías distintas, bajando cinco mensajeros distintos, bajando cinco paquetes distintos para una misma persona. Eso es inviable. Como es inviable, muchas compañías se retiran de este servicio. 

¿Eso no trae el riesgo del monopolio?

Estamos asistiendo a nivel mundial a que los grandes integradores son cada vez más grandes, hablamos de DHL, UPS, FedEX/TNT y a nivel más estatal, no hay tanta concentración.

Aquí somos transportistas autónomos y cuando escuchamos que las estructuras se hacen tan grandes nos entra congoja…

Lo que pasa es que el transportista autónomo está desapareciendo en estas estructuras. 

¿Y desaparecerá del todo?

Sí. No hay ninguna duda porque no es sostenible que un transportista autónomo pueda ejercer con libertad la actividad y que esté remunerado en función de tener un salario digno con el que pueda mantenerse. 

¿Nos encaminamos a los falsos autónomos o a los chóferes?

Son las dos figuras. Vamos hacia las flotas y hacia los falsos autónomos, pero la que más está ganado es la de las flotas propias. Hoy en día para cualquier compañía es fácil acceder a sistemas de renting, económicamente es muy viable y van reponiendo el personal con cualquier tipo de acuerdo con compañías de trabajo temporal, etc. Lo que sí va a haber es una altísima rotación. Lo que es el transportista de paquetería pequeña, como tal, tiende a desaparecer.

¿Y eso no conllevará una desprofesionalización del sector? 

Completa. Y es lo que las empresas que no se han expuesto tanto al comercio electrónico están utilizándolo como un argumento de venta: dicen que tienen plantilla profesional frente a empresas que tienen un nivel de rotación muy alto con una profesionalización muy baja. 

Hay algunas compañías en las que si no entregas no cobras. En todas las ofertas vemos que lo primero es el envío gratis…

Hay compañías que están pagando por entrega efectiva. Es un problema endogámico generado en el propio sector. 

¿Las carencias del sector son un poco culpa del propio sector?

Sí. En lugar de utilizar los avances tecnológicos para dignificar la propia actividad y poder establecer un precio justo del servicio, se ha hecho justo lo contrario.

¿Esa bajada de precio es pan para hoy hambre para mañana?

Siempre. Por eso desaparecen por ejemplo los transportistas autónomos. Hagamos números, es muy sencillo. A un transportista autónomo con una furgoneta pequeña en una ciudad le pagan por entrega efectiva. Actualmente hay compañías que están pagando entre 60 y 80 céntimos por entrega efectiva. Una persona que haga cien entregas efectivas al día, lo que es algo bárbaro, estaría ingresando entre 60 y 80 euros diarios; esto puesto a un mes de 20 días, estamos hablando de 1200 y 1900 euros; deducimos cuotas de la seguridad social, gasoil, seguros, etc. y nos queda un salario de 700-800 euros. 

Y con 100 repartos a la espalda…

Eso es. Estamos hablando de 12 horas. Esta es la realidad.

Acabamos de vivir el Black Friday. Se desata la locura. Se acaba el mundo…

La campaña de Navidad, antes de la época de la crisis, de la entrada del comercio electrónico, se centraba sobre todo en las dos semanas que iban desde el puente de la Constitución y Navidad. Era sobre todo una campaña de mucho regalo de empresa, hablamos de vino, agendas, obsequios, etc. Pero eran dos semanas. El sector se preparaba para esas dos semanas. Una vez llegaba Navidad, bajaba. Con la entrada del Black Friday, Cyber Monday, todo este tipo de campañas, la campaña de Navidad empieza para una empresa de transporte a mediados de noviembre, porque ya hay gente que está promocionando el Black Friday, y esto no termina hasta finales de enero. ¿Por qué? El fin de semana del Black Friday van a salir millones de envíos, engancha con el Cyber Monday, posteriormente enganchará con Navidad, Reyes y rebajas. Nos vamos así hasta final de enero. Estamos hablando de que una campaña que hace ocho o nueve años era de dos semanas, se ha convertido en tres meses. Y entre medio, una vez que termina el cyber Monday y se solapa con la campaña de Navidad, llegan las devoluciones. Se calcula que un 30% de los envíos van a ser devueltos, lo que es una exageración. Y el coste de la devolución es mucho mayor que el de la emisión. Al final el transportista efectivo, además de ser un almacén andante, es un recogedor de mercancía: cuanta más mercancía recoja, más dinero va a generar para el operador logístico. 

¿Vivimos en una continua campaña de compras y ventas?

Completamente. Una vez que terminamos la campaña de rebajas de enero, empezaremos con la campaña de primavera; con la primavera, vendrá algo para la Semana Santa; entre medio tendremos el día del padre, el de la madre, el día de la marmota… cualquier tipo de evento que sirva para regalar. Enganchamos con el verano… una vez que estas en verano, empieza la vuelta al cole en setiembre… Todo el año está ocupado con impactos de venta para que puedas comprar algo. Siempre hay algún motivo. 

¿Cuál será el futuro de todo esto? ¿Colapsará? ¿Seguirá igual?

En España está llegando a un cierto punto de madurez. Ya no hay tantos cambios o tan radicales como los últimos años. Las grandes empresas como Amazon tienen su propio servicio de distribución y lo van a mantener, y el resto será un nivel de subsistencia. El comercio electrónico todavía tiene recorrido de crecimiento pero no va a ser a cifras tan grandes. 

¿Será la paquetería el futuro?

No. La paquetería es un mercado, si hablamos de grandes compañías, es un negocio, porque dan un servicio consolidado, pero si hablamos de una empresa local, más pequeña, actualmente no son negocios con futuro, ya que el nivel de rentabilidad es muy bajo y permite una subsistencia, pero que ante cualquier tipo de imprevisto puede cerrar. Son compañías con porcentajes de beneficios muy pequeñas que un impago importante, cualquier tipo de situación de siniestros o cualquier tema laboral, puede llevárselo por delante.