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La gestión de los peajes por parte de la Diputación sigue siendo caótica

Los transportistas autónomos denuncian la caótica gestión por parte de la Diputación de Gipuzkoa y de Bidegi de los peajes que cobran a los camiones desde enero. Hiru ya denunció en los juzgados en marzo que estaban cobrando el peaje sin emitir las facturas imprescindibles para que el transportista puede pasar ese gasto a sus clientes. Durante meses han gastado millones de euros en la instalación de los dispositivos necesarios para cobrar automáticamente a los camiones que acceden a la N1 y A15, pero se han olvidado de enviar las correspondientes facturas a los transportistas. También se quejan de que a algunos no les cobraron durante varias semanas y ahora les ha llegado el importe correspondiente a varios meses, todo junto, que en algún caso alcanza un cargo de casi dos mil euros. Los transportistas se quejan de la pésima gestión en este tema desde que se implanto en 2018, durante cuatro años cobraron sin soporte legal y no han devuelto lo “robado”. 

Los responsables de la Diputación de Gipuzkoa, por su parte, se han mostrado exultantes tras el visto bueno del del Tribunal Superior de Justicia del Pais Vasco, TSJPV, a los peajes implantados a los camiones en todo el recorrido en la N1 y A15. Que la diputada de Transportes Aintzane Oiarbide manifieste que es “un día importante, de mucha alegría”, denota la incertidumbre de su actuación y nos hace recordar que desde 2018 a 2021 todas las sentencias judiciales fueron contrarias a la instalación del peaje a los camiones, anulaban las normas forales para implantar y gestionar el mismo.  Sin embargo, cobraron a los transportistas cada vez que pasaban durante casi cuatro años y no han devuelto lo cobrado irregularmente. El arbitro expulsó al jugador en el minuto 1 pero siguió jugando hasta el final.

Los transportistas de nuevo sufren la carga del peaje desde enero de este año; no entienden que la Diputación los utilice para recaudar y llenar sus arcas en lugar de apoyar al sector. Los dirigentes forales podían ser más claros, decir que el peaje lo deben pagar los clientes, e instar a los cargadores a que asuman el gasto. 

Es evidente el afán recaudatorio de la medida. Los ciudadanos deben saber que el peaje lo pagaremos entre todos. La Diputación de Gipuzkoa está utilizando al transportista para ingresar, pero ese gasto indiscutiblemente lo pagarán todos los ciudadanos. Si no, algo no funciona. El transportista no puede asumir ese gasto prohibitivo, se trata de uno de los peajes más caros de Europa, y no tendrá más remedio que cobrarlo a sus clientes lo que repercutirá en los precios de los productos que consumimos. Si pagan más el hostelero, el supermercado o las empresas para que les traigan los materiales que necesitan o los productos que venden, subirán los precios y, en definitiva, todos pagaremos más. 

La sentencia del TSJPV que avala el peaje y que ha agradado tanto a los responsables de la Diputación nos rememora los fallos de hace cinco años anulando la decisión. A juicio de Hiru es una irresponsabilidad que raya el delito cobrar a los transportistas el peaje sin tener unas normas que los soportaran. El peaje se implantó por primera vez en enero de 2018, ya en abril de ese año el TSJPV lo anuló pero la Diputación y Bidegi siguieron cobrándolo hasta octubre de 2021 durante casi cuatro años, mediante maniobras inconcebibles para un mandatario público, como aprobar una segunda norma similar al anterior para poner en marcha esa nueva norma cuando el Tribunal Supremo de Madrid anulara la primera. Y es una irresponsabilidad aún mayor no devolver todas esas cantidades cobradas irregularmente, “robadas” en opinión de los transportistas, rechazar sus reclamaciones y obligarles a recurrir a los tribunales para poder recuperar el dinero pagado en peajes. Cobrar lo cobraron automáticamente, cada vez que pasaron por los arcos, tienen todos los datos, pero la tecnología no sirve para devolver, sólo para cobrar. 

Los transportistas tampoco entienden que las actuaciones y decisiones de los dirigentes políticos no se correspondan con sus declaraciones y consideraciones en el sentido de que los transportistas hacen una labor “esencial” para la sociedad y la industria. A nadie se le ocurre cuando coge un taxi que el peaje lo pague el taxista. En el transporte, sí. 

Muchos clientes intentan librarse de ese gasto. Y la Administración mira para el otro lado. No insta ni activa ningún mecanismo para que los cargadores asuman el gasto. Todo lo contrario. La gestión del cobro del peaje ha sido caótica. 

El transportista necesita la factura para poder pasar el gasto del peaje a su cliente. Pues, la Diputación que ha puesto en marcha el sistema TicketBai que obliga a los contribuyentes a enviar telemáticamente al momento las facturas a Hacienda, ha estado durante varias semanas cobrando el peaje a los transportistas sin facilitarles la factura correspondiente. Otros transportistas se quejan de que no les cobraron durante varias semanas y ahora les ha llegado el importe correspondiente de los meses de febrero y marzo, todo junto, que en algún caso alcanza un cargo de casi dos mil euros. Esa cuantía ha superado los límites establecidos en los dispositivos ViaT que funcionan como tarjetas de crédito. Todo un despropósito. La Diputación en lugar de apoyar al sector, lo está hostigando. 

El precio del peaje es desproporcionado. Desde 2018 la gestión de la Diputación ha sido lamentable, ha dilapidado grandes cantidades de dinero público en la instalación de los arcos, otros dispositivos e infraestructuras, el personal necesario para gestionarlo, los gastos de los procesos judiciales, etc. Y claro, ahora ha triplicado el importe de la tasa, según la asociación Fenadismer que denunció la tercera norma en los juzgados, “convirtiéndose en uno de los más caros de la Unión Europea”. Los vehículos pesados pagan 28 céntimos por kilómetro. “Comparándolos con Alemania, un 30-40% más elevados, incluso un 50% más respecto a los de Bélgica, pese al nivel de renta de ambos países muy superior al de aquí”. 

Los ciudadanos pagarán todo este despropósito, por partida doble. Por una parte, el gasto público de la Diputación, la inversión multimillonaria realizada con el dinero de todos. Y el peaje establecido que repercutirá en el índice de precios de los productos que consumimos. 

Han colocado dispositivos para controlar las matrículas de todos los vehículos que acceden a la N1 y A15. Y los transportistas advierten a los ciudadanos que una vez realizada la inversión, ya está todo dispuesto para ampliar la tasa a todos los vehículos. De momento, los transportistas no tienen vías alternativas. Pagan sí o sí en todo el recorrido de Gipuzkoa. 

La responsable foral Aintzane Oiarbide alardea del apoyo de la Comisión Europea, de que Gipuzkoa sea pionera en Europa al aplicar el peaje a los transportistas y subraya que otras administraciones seguirán su camino. De momento en Europa hay de todo, vías gratuitas que no paga nadie, en otras pagan todos los vehículos y en unas pocas pagan sólo los camiones como en Bizkaia y Gipuzkoa.    

Los representantes de Hiru pusieron la denuncia contra los responsables de la Diputación Foral el 16 de marzo.

Hiru denunció que Bidegi y la Diputación han cobrado el peaje sin emitir las facturas correspondientes.