Cookie Consent by FreePrivacyPolicy.com

Una concentración recuerda al sexto transportista fallecido a lo largo de 2023

Un transportista de 61 falleció el domingo día 4 en el polígono Lanbarren de Oiartzun después de sentirse indispuesto antes de comenzar su jornada de trabajo en Transportes Insausti ubicado en el citado industrialdea. Cabe destacar que el miércoles de la semana pasada por la tarde otro transportista murió calcinado en un accidente por alcance entre un camión cisterna y dos turismos en la A1 a la altura de Agurain. La cabina del camión ardió causando la muerte del conductor. La estadística de accidentes laborales de los transportistas es inquietante, cada mes muere algún transportista.

Los sindicatos LAB, ESK, STEEILAS, EHNE e HIRU se han concentrado el miércoles a las 11.00 de la mañana en Lanbarren para recordar y homenajear al transportista fallecido y al mismo tiempo denunciar que este tipo de percances en la mayoría de las ocasiones son consecuencia de las precarias condiciones laborales de los transportistas. La edad avanzada de los transportistas y la fatiga matan. En la misma semana dos transportistas con la misma edad, 61 años, han fallecido por problemas cardiovasculares. Es preocupante el número de casos entre los transportistas. Hiru ha denunciado reiteradamente que la Administración acostumbra a ocultar estos accidentes como muertes naturales en las estadísticas oficiales sobre siniestralidad laboral: ni son muertes naturales ni accidente de tráfico. Son accidentes laborales mortales.  

Cabe destacar que los transportistas fallecidos tenían 61 años. El sindicato Hiru lleva años pidiendo la jubilación anticipada a los 60 años, ya que se trata de un oficio de alto riesgo no sólo para los propios transportistas. También para el resto de los usuarios de las carreteras. Pero la Administración mira para el otro lado y no concede ayudas suficientes para el cese anticipado de la actividad. 

Se puede recalcar también la alta incidencia de problemas cardiovasculares entre los transportistas. Son junto a los derrames cerebrales y la diabetes son las principales afecciones entra los profesionales del sector. Las prisas y presiones de las empresas tienen consecuencias dramáticas. Esos horarios apretados, stress, cargas con exceso de peso, precios bajos por los servicios, largas jornadas de trabajo, trabajos de carga o descarga que no les corresponden y, en definitiva, las dificultades para descansar ponen en peligro la dignidad y seguridad de los transportistas, e incluso su propia vida en los peores casos. La precariedad y la fatiga matan. 

La Administración debería tener en cuenta el alto número de afecciones cardiovasculares entre los transportistas, en sus protocolos de salud laboral y prevención de accidentes. Está en juego la salud y la vida de los transportistas. También sería apropiado reforzar la inspección y control de las prácticas irregulares del sector para evitar condiciones precarias en el sector, así como sancionar a los que incumplen las normas de conducción y descanso entre otras. 

Unas condiciones laborales dignas darán al transportista salud, seguridad y evitarán la siniestralidad. El año pasado murieron once transportistas en accidentes laborales, casi uno cada mes. Es el sexto transportista fallecido este año. Muere de media uno cada mes. En abril murieron dos el mismo día, que estaban trabajando desde primeras horas, uno a las 2 de la madrugara y el otro antes de las 7.00. Al trabajo nocturno se suman las numerosas horas de conducción, los descansos en la cabina en muchos casos, los trabajos de carga y descarga que no les corresponden… El sindicato ha constatado que las prisas y urgencia de los clientes que contratan servicios de transporte y la consiguiente presión ejercida sobre los transportistas, obligándolos a trabajar a deshoras, cargar con el máximo peso posible o las ajustadas tarifas del sector provocan este tipo de accidentes que pueden tener consecuencias fatales.

54F822A9-A5C2-4983-B305-6FB63384B15E.jpeg