La precariedad no cesa. Sobre todo en el ámbito del transporte ligero. Once repartidores de Correos Express que llevaban décadas trabajando exclusivamente para la citada empresa se han quedado sin trabajo después de que se negarán a firmar un “nuevo contrato” para el año 2024 en unas condiciones abusivas, con la obligatoriedad de trabajar de lunes a sábado, e incluso el domingo si la empresa lo requiere; y con unas tarifas irrisorias que no les alcanzan ni para hacer frente a los gastos de vehículo, combustible, talleres, peajes, etc. Es uno de los casos de precariedad que abordamos en las páginas del último número de la revista Garraiolariok. Entrevistamos a varios jóvenes que ayudaron a un transportista que se quedó inmovilizado en un camino rural en Elorrio. Ni la empresa para la que trabaja, ni la fundición destinataria de la chatarra que transportaba en su camión, ni la compañía aseguradora del vehículo y la mercancía le echaron una mano. La consecuencia es que muchos transportistas autónomos están dejando la actividad. También recogemos la opinión de uno de ellos, Alberto Garoña, que ahora trabaja en una empresa. El año pasado, 2023, Hiru ha contabilizado 56 bajas de afiliación. Algunos han optado por otros trabajos. Otros por la jubilación. La siniestralidad laboral, los peajes o la anulación de la ayuda para pagar el gasoil, son otros temas tratados en el número 126 de Garraiolariok, que también incluye la opinión de los transportistas, el rincón del abogado, los precios de los seguros, pasatiempos y otras secciones e informaciones habituales.
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